La Semilla de Chía es la mayor fuente vegetal de ácidos grasos
Omega-3. Contiene antioxidantes, proteínas, aminoácidos, vitaminas, minerales y fibra. Es ideal para combatir el colesterol.
Cuando una cucharada de chía es mezclada con agua y puesta a reposar durante algunos minutos, se formará un gel sólido; tal reacción se debe a la fibra soluble de la semilla de chía. El gel formado en el estómago se convierte en una barrera física para la digestión enzimática rápida de algunos carbohidratos, impidiendo su transformación en azúcares sencillos y modulando el metabolismo de estos compuestos en beneficio, por ejemplo, de los diabéticos. Por otro lado, la fibra dietética de la semilla de chía tiene un efecto favorable durante el transporte del bolo fecal, previniendo así la obesidad y diversas enfermedades del tracto digestivo.
Estas propiedades hidrofílicas de la fibra soluble de la chía, que posibilitan que la semilla absorbe agua hasta doce veces su propio peso, permiten que, una vez consumida, el organismo prolongue su estado de hidratación, retenga humedad y se regulen más eficientemente los fluidos corporales, la absorción de nutrientes y, consecuentemente, el balance electrolítico.
En comparación con otros alimentos la chía tiene dos veces más proteínas que cualquier semilla, cinco veces más calcio que la leche entera, dos veces más potasio que las bananas, tres veces más antioxidantes que los arándanos, tres veces más hierro que las espinacas y siete veces más omega 3 que el salmón.
Presentación: Bolsita de 250 g.
Modo de empleo: Agregue 2 cucharaditas de semillas de chía en su dieta diaria, puede hacerlo en agua, jugos, yogurt, aderezos, ensaladas, postres, sopas, cereales, avena y puede mezclarlos en prácticamente cualquier receta de cocción.